En el patio central de nuestro colegio se encuentran las salas de Kínder a 8° Básico A, rodeadas de diversos espacios que combinan zonas educativas, de bienestar y convivencia. Este entorno promueve un ambiente integral que favorece el desarrollo académico, emocional y social de nuestras estudiantil.
Lugar acogedor para los recreos y almuerzos, con una variada oferta de alimentos. Su cálida atención brinda opciones de alimentación saludable cumpliendo de esta manera la normativa de proveer productos sanos que colaboren con la buena salud y una alimentación beneficiosa para la comunidad escolar.
Su nombre honra a San Alberto Magno, quien es válido para todo tiempo y lugar. En él tenemos un modelo de científico creyente: no concebía conflicto alguno entre ciencia y religión. Aunaba en su persona al teólogo y al místico (teoría y experiencia de Dios), al obispo y al fraile (gobierno y vida comunitaria), al sabio y al santo (sabiduría y humildad)
Un espacio tranquilo y adecuado destinado para que las estudiantes rindan evaluaciones.
Su nombre honra a San Vicente Ferrer, un destacado santo de la orden dominicana, nacido en Valencia en 1350. Conocido por su pureza virginal, su carácter franco y jovial, y su amor por la austeridad, San Vicente se preparó para una gran misión apostólica. Fue un predicador popular y eficaz en su época, capaz de movilizar y unir grandes multitudes en Europa, llevando paz y esperanza mediante su ferviente labor religiosa
Un espacio creativo especialmente diseñado para el desarrollo de habilidades plásticas y visuales. Equipado con mesones, lavamanos y pizarra. Beato Angélico fue, ante todo, un predicador y un teólogo en la Iglesia, no desde el púlpito o la cátedra, sino desde o con las imágenes visivas, espléndidas formas inspiradas por la fascinante belleza de las Imágenes de Dios, es decir, el misterio de Cristo y sus discípulos.
Esta sala está acondicionada con un enfoque acústico, ideal para clases de música. Cuenta con instrumentos, mobiliario adecuado para asegurar una práctica cómoda y de calidad. Fomenta el desarrollo musical, la creatividad y el trabajo en equipo.
El nombre del salón es en honor a Santa Cecilia, figura que ha brindado por siglos inspiración divina y que nos enseña que el canto y la música interna es universal, como los sentimientos humanos, los cuales llevamos dentro y a veces no se necesita cantar para cantar, solo se necesita amar para querer cantar.
